Portlandia

Olvidé comentaros que conocí a mi couchsurfer misterioso, es decir, el tío que me prestó su casa desinteresadamente durante mínimo una semana cuando llegué a Windsor. Mila es de Praga y nunca pierde la sonrisa. Le encantan los festivales de rock y compagina su trabajo con echar una mano en una fábrica artesanal de cerveza. Le regalé un paquete de jamón serrano. Del bueno. Afortunadamente para él, no era vegetariano...

CouchSurfing también sirve para conocer gente y hacer amistades. Quedé con una mujer con la que a priori, por nuestros perfiles, teníamos bastante en común. Cita a ciegas. Yo me describí con gafas azules y pelo rizado. Ella llevaría vestido negro y zapatos rojos. Nos citamos en las taquillas de la estación central. Voy mirando los zapatos de la gente... Nos encontramos.
Denise es de Irlanda del Norte y estudió Geología pero trabaja de consultora de empresas. Acaba de volver de las vacaciones: talleres de yoga y movimiento corporal por Estados Unidos y visitas a las reservas naturales. Lleva en Windsor desde enero. Le gustan la fotografía y el dibujo. Bonita coincidencia. También le interesa la formación sobre temas holísticos... A las dos horas, terminamos hablando de sentimientos muy personales.

Me comentó que estuvo una temporada trabajando en Portland (Oregón). Yo ya conocía la peculiaridad de este lugar por influencias de amigas antifilantrópicas. Y Denise me confirmó que la ciudad contempla los estereotipos que se comentan de ella. Efectivamente, es una pequeña Europa con efervescencia cultural e intelectual. Tal como refleja la serie Portlandia, que sin duda recomiendo por su ironía, que a mí me cala, pues me identifico con los personajes y me gusta reírme de mí misma. Podéis ver algún sketch subtitulado en la web de Canal+.

Algunas de las citadas amigas antifilantrópicas me apodásteis La New Age. Pues bien, supongo que ahora me lo merezco, porque creo que no me importaría vivir allí una temporada... Después de Windsor y París, claro.

Os dejo un mini-sketch de Portlandia con el que me he sentido muy identificada 

a raíz de volverme ciclista urbana por Windsor...