He aquí el comienzo de una nueva bitácora, correspondiente a una etapa de cambio.
Atrás quedó Maremoto en París y probablemente también lo haga un período introspectivo plasmado en Maremoto Interno, aunque estoy dudando si mantenerlo como blog de dibujos...
No puedo huir del ego ni tampoco de la necesidad de comunicarme y expresar sentimientos para compartirlos con las personas que me importan. Así que, aquí estoy de nuevo relatando andanzas frente a un ordenador (Mac, por supuesto) para vuestro disfrute y para que sus mentes no me borren por mi falta de presencia corpórea...
Probablemente aquí, currando en Windsor, me será bastante más difícil acumular anécdotas tan entretenidas como las de una Erasmus en París (algunxs recordaréis el sordomudo ligón del supermercado o la carta absurda del restaurante Versailles), pero a pesar de ello, soy consciente de que he madurado en este tiempo y puedo aportar otras reflexiones más meditadas.
La finalidad de Maremoto en Windsor es mantener un hilo de conexión con vosotrxs, no resulta sencillo alejarse físicamente de tantas buenas y queridas relaciones en España. Escribir será una forma de compartir, analizar y desahogarme, no lo planteo como una obligación, así que habrá momentos en los que me apetezca contar más o menos.
Me encantaría que esta experiencia se fundamentara en el tan manido concepto de feedback, ya que, el ver que se producen reacciones al otro lado (en forma de vuestros comentarios), me anima mucho a seguir este diario público (que no Diario Público). Por cierto, siempre habrá ironía y chistes malos de mi cosecha, las "marinadas" ya forman parte de mi humor natural, así que... aguantad malditxs.
Sin más preámbulos, damos comienzo a la función (ah, no, con tanto arte multidisciplinar, me desoriento con el registro). Ahora sí, os acompaño a seguirme por donde quiera que vaya (a la cama sólo a algunxs)... en Inglaterra. Welcome!
Welcome, porque well come en inglaterra, complicao. (chiste malo que te cedo. Puro altruismo).
ResponderEliminarAltruismo marinero, claro.
ResponderEliminarjejeje, gracias por la puntilla. Quedan pocos altruístas como tú...
ResponderEliminarjejeje, gracias por la puntilla. Quedan pocos altruístas como tú...
ResponderEliminar