A pesar de haber hecho un curso de crítica cinematográfica, ahora no me apetece ponerme a escribir una gran reseña, supongo que requiere demasiado esfuerzo mental para que luego no lo lea casi nadie. Así que comentaré algunas impresiones de la peli de manera informal.
Lo primero, me sorprendió enterarme en los títulos de crédito (muy currados, por cierto) que está dirigida por Sam Mendes, famoso por su talento en American Beauty y Revolutionary Road, entre otras. Por tanto, puse más atención a la realización mientras veía el film. Y efectivamente, ésta es intachable: estilizada y arriesgada, con rasgos de autor, salvo por la simpleza del guión... Bueno, es James Bond, tampoco se podía esperar una trama compleja más allá del héroe repartiendo disparos a diestro y siniestro, y encargándose de eliminar al malo malísimo de turno. Y si por el camino se acuesta con las mujeres más bellas, pues mucho mejor para la identificación del espectador.
Las secuencias de acción al límite nunca fallan. Si algo aprendí en guión es que una historia funciona mejor cuanto más se juegue el protagonista: en este caso, constantemente su propia vida. Adrenalina pura, aunque para alguien sensible como yo (aún lo soy), con altas dosis de violencia. Supongo que son las demandas de la testosterona...
Más allá de que el personaje de James Bond me parece plano, aburrido e inexpresivo, una especie de Harry el Sucio versión british gentleman, me quedo con la interpretación magistral de Javier Bardem como el psicópata vengador. Cada día me sorprende más este actor con la cantidad de registros que va acumulando y que siempre borda.
En fin, que si alguien va a verla, se agradecerán los comentarios/feedback para compartir opiniones.
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